Sucre, conocida como la Ciudad Blanca, es la capital constitucional de Bolivia y una de las ciudades más hermosas y mejor conservadas del país. Se ubica en el departamento de Chuquisaca, en el corazón de Bolivia, y está rodeada de montañas. Con su arquitectura colonial y un ambiente tranquilo, Sucre fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1991.
La ciudad tiene un centro histórico impresionante, lleno de edificios coloniales de paredes blancas y tejados de arcilla roja, calles empedradas, y numerosas iglesias y conventos que reflejan su herencia española. La Catedral Metropolitana, la Casa de la Libertad, y la iglesia de San Felipe Neri son algunos de los monumentos más importantes y turísticos.
Sucre también tiene una rica historia en el proceso de independencia de Bolivia, y en la Casa de la Libertad se firmó el Acta de Independencia en 1825. Además, la ciudad es hogar de diversas universidades, como la Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier, una de las más antiguas del continente, lo que la convierte en un centro intelectual y estudiantil de Bolivia.
Aparte de su arquitectura e historia, Sucre ofrece un clima agradable, festivales culturales, una gastronomía variada y colorida, y sitios arqueológicos cercanos, como el Parque Cretácico, donde se pueden ver huellas de dinosaurios. Todo esto hace de Sucre un destino encantador y culturalmente enriquecedor en Bolivia.